Al día de hoy se llevan construidos 400km. La inmensa mayoría de esos kilómetros eran tierras cultivables palestinas. Pero este muro que construye Israel para separar los territorios palestinos de su Estado, no se construye en ninguna frontera, sino dentro de los territorios ocupados. Cortando pueblos por la mitad, separando a campesinos palestinos de sus tierras, rompiendo caminos, rutas, aislando poblaciones.

A pesar de todo la denuncia al muro continua y algunas victorias se logran. Tras pasar dos años desde que la Suprema Corte de Israel instara al Estado a devolver las tierras a campesinos palestinos de la aldea de Bilin, las fuerzas armadas anunciaron que desviarán parte del muro para cumplir con la orden. Sobre esto el activista pacifista Jonathan Pollak manifestó al medio Democracy Now: “Para que esto sucediera pasaron dos años y medio desde el fallo judicial, y dos veces se declaró al Estado en desacato, y debería quedar en claro que el único motivo por el que esto está sucediendo ahora es los cinco años de lucha y sacrificios constantes del pueblo de Bilin. Este es un intento israelí por pacificar la resistencia. Y si bien es una victoria, es solamente una victoria parcial, y debería quedar en claro que la resistencia contra el muro continuará dondequiera que se construya, en Bilin también, hasta que el muro sea desmantelado por completo”.

Al mismo tiempo en que se lograba esta pequeña victoria, decenas de activistas palestinos, disfrazados de los personajes "Na´vi" de la película Avatar, marcharon protestando contra el muro. La estrategia parece haberles funcionado, ya que su protesta volvió a ocupar un poco de espacio en los mass media, sin embargo más como una anécdota que como un problema a resolver. Mientras tanto la lucha continua, y pequeñas victorias como las de Bilin, dan más fuerzas para continuarla.