El cólera es contraído a través de agua en mal estado y causa severas diarreas y vómitos: se estima que fue causado por uno de los contingentes de la misión de Naciones Unidas en Haití, la Minustah, cuando soldados nepaleses dejaron sus materias fecales en un afluente del río Artibonite, comenzando el brote infeccioso. Esta hipótesis está además respaldada por el hecho de que las cepas investigadas por el Ministerio de Salud haitiano son muy similares a las encontradas en el sur de Asia.

La enfermedad se suma a la precariedad aguda en la que había quedado sumida la población del país tras el terremoto ocurrido a principios de este año, que había agravado la situación de pobreza extrema en la que se encontraba gran parte del país. Ahora, el cólera es un factor más que se añade a los problemas humanitarios de las y los haitianos.

Algunas de las organizaciones de medicina humanitaria que se encuentran en el lugar son Médicos del Mundo, Médicos Sin Fronteras y Partners in Health. Estas organizaciones están al límite de sus esfuerzos, por lo que piden donaciones a través de sus páginas web para extender la disponibilidad de camas con las que cuentan.

Según informó el medio estadounidense Democracy Now, Naciones Unidas estima que 270 000 haitianos podrían contraer el cólera en los próximos años, por lo que habría pedido una partida adicional de más de 160 millones de dólares de nueva ayuda.

Hasta julio de este año, las autoridades haitianas habían recibido únicamente el 2% de los cerca de diez mil millones de dólares prometidos por la comunidad internacional para ayudar a la reconstrucción del país.

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